viernes, 15 de junio de 2012

la inmoralidad 

En primer lugar decir que este texto me parece muy bien razonado y argumentado, pero me gustaría dar algunos matices a ciertas frases que parecen dar por sentado cosas que en realidad no lo están.
Al principio creí que iba en defensa de la clásica frase de “El fin justifica los medios”, es decir, que pretendía instar a cada persona a elegir sus propias normas, fuesen las que fuesen. En resumen, que llama a la “Inmoralidad” y no a la “Amoralidad”.
Luego me fui dando cuenta de que en realidad sólo pretendía que cada persona se replantease el porqué de sus acciones, sin tener que cambiarlas necesariamente. Siempre es necesario el estar convencidos de lo que hacemos.
Ahí van unos pequeños comentarios:
-”Al fin y al cabo el hombre es un animal y no debe confundirse por la idea inculcada de que tiene que ser algo más profundo; tiene que ser cómo le apetezca ser, más profundo o más instintivo según le nazca.”
Bueno, eso es una afirmación categórica, y de las afirmaciones categóricas se dice que quien las pronuncia, en realidad habla de sí mismo (lo cual es paradójico, porque esto también es una afirmación categorica, ¿no?). Hay quien opina que el hombre está llamado por naturaleza a realizar ciertas misiones trascendentales. Hay quien opina que el hombre no está llamado a nada, sino a hacer lo que él mismo quiera con su vida. Ambas posturas representarían, como nos gusta decir a los matemáticos, “axiomas de la vida” mútuamente excluyentes. Decantarse por uno de ellos, como en el texto de Gante, ya es pronunciar una opinión propia y perder la generalidad. Lo cual no le resta ni un ápice de valor al texto. Sólo le pone límites de validez, que es distinto.

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